Hay veces que cuando una persona ya ha hecho su trabajo aqu en la tierra, llega el momento de irse; eso fue lo que le pas a mi amada esposa.
Acept , a pesar de que me duele en el alma, su partida, pero si me pongo a pensar que estuve planeando toda una vida de darle las 24 horas de mi tiempo y disfrutar, se me hace un nudo en este pobre coraz n, pero lo acepto porque all en donde est con Dios no le hace falta nada.
Siempre la recuerdo y la recordar por el resto que me quede de vida, porq.