En 1916, en un juzgado rural del centro de M xico, se inici un pleito entre dos mujeres por la propiedad de una casa.
Un asunto trivial si el contexto revolucionario no hubiera modificado la configuraci n del poder en la regi n.
Muy pronto el conflicto adquiri una dimensi n inesperada: dos jueces se enfrentaron, el gobernador del Estado trat de arbitrar y el caudillo de la regi n intervino mediante el ej rcito.
Para el historiador es una oportunidad de entrar en una sociedad rural donde las relaciones de poder se ven perturbadas por la Revoluci n y las oportunidades que esta ofrece.
Esta situaci n sin precedentes abre un camino para estudiar el funcionamiento de la administraci n judicial en aquellos tiempos dif ciles y, como se ver , la imagen de un sistema judicial modernizado, aut nomo y profesional resulta muy da ada.
Inesperada | Dos jueces se enfrentaron el gobernador del |
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