Description Nunca en la historia de la humanidad se hab a producido una circunstancia como la que estudiaremos en este cap tulo: un hecho hist rico se ha convertido en dogma de fe y no puede ser cuestionado por historiadores, cient ficos o investigadores de cualquier rama del saber.
Dos historiadores jud os, Pierre Vidal-Naquet y L on Poliakov, firmaron la declaraci n de fe que se ha impuesto universalmente.
En ella dec an: No es preciso preguntarse c mo ha sido posible t cnicamente tal muerte en masa.
Ha sido posible porque ha tenido lugar.
Este es el punto de partida obligatorio de cualquier investigaci n hist rica sobre el particular.
Esta verdad es la que nos corresponde recordar simplemente.
No puede debatirse la existencia de las c maras de gas.
En la actualidad, poner en duda toda la parafernalia que envuelve el mito del Holocausto constituye un crimen de pensamiento y se ha convertido en un delito tipificado en los c digos penales de numerosos pa ses.
Los revisionistas vienen siendo perseguidos y condenados con a os de c rcel por odio racial o antisemitismo.
Los medios de comunicaci n los rechazan y sus trabajos no merecen ninguna atenci n, pues se considera que carecen del menor inter s y no deben ser difundidos.
Naturalmente, si los argumentos y las tesis del revisionismo fueran panfletos carentes del menor rigor, podr a aceptarse el desinter s general por sus planteamientos; pero no es el caso, sino todo lo contrario.
Los trabajos presentados abarcan los diferentes aspectos relacionados con el supuesto exterminio de seis millones de jud os y son extremadamente convincentes.
Cualquier lector interesado en descubrir la verdad hist rica hallar en las obras de los revisionistas cu nto puede exigirse a un investigador riguroso.
Pese a ello, el n mero de pa ses occidentales supuestamente democr ticos que promulgan leyes que atentan contra la libertad de pensamiento y de expresi n en relaci n con el Holocausto aumenta a o tras a o.
Hoy estos pa ses son: Alemania.
Tulo | Un hecho hist rico se ha convertido en dogma de fe y no puede ser cuestionado por historiadores cient ficos o investigadores de cualquier rama del saber |
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En ella dec an | No es preciso preguntarse c mo ha sido posible t cnicamente tal muerte en masa |
Hoy estos pa ses son | Alemania |