Juego de N meros se trata de un relato fresco y din mico que nos permite disfrutar de paisajes, de la compa a de los amigos y de la familia de un joven mexicano que, en sus veintes, hace frente al juego num rico de un cr dito del que forman parte l y sus cercanos.
No se trata de un proyecto pretencioso, sino de palabras honestas que traslucen la calidez y el esp ritu bohemio de un joven que encara la exigencia de sus consistentes saldos rojos.
Estos saldos se entrelazan con una b squeda personal, que equilibra la responsabilidad fraterna con sus primeras definiciones vitales.
La concreci n, cercan a y vitalidad de los personajes de este relato, contrastan fuertemente con la abstracci n, lejan a y exigencia de los n meros enajenantes de una deuda.
El autor nos permite transitar junto al personaje entre estos dos polos, en los que se juega la espontaneidad y la gratuidad de este joven.
Es as , que este relato nos introduce a los sentires y pensares de un joven que pertenece y no, al mismo tiempo, a un mundo corporativo, ya que, curiosamente, lo que le resulta extra o es lo que precisamente le entrelaza con sus redes de afecto y le da claridad de destino.
La intensidad y emotividad del personaje le permitir n al lector recorrer las secciones y los cap tulos de su vida con la transparencia propia de un joven.
Es un relato para quienes disfrutamos de la humanidad que subyace en las emociones, acompa adas con juicios r pidos, concluyentes, o de ense anzas que abren espacio a una pl tica cercana entre amigos; conversaciones que no pretenden m s que gozar de las presencias alrededor de una mesa, o que dan cabida a momentos reconfortantes acompa ados de peque as y sencillas cosas que se vuelven significativas.
Curiosamente, al final del relato, quiz para el lector pas a segundo t rmino el desenlace de la historia crediticia y permanezca una sensaci n grata de haber conocido y caminado junto a este joven.