En Mil de fiebre hay personas que necesitan desesperadamente creerse las historias que se cuentan a s mismas.
Como Werner G mez, un blogger de Salto, ermita o, graf mano paran ico e incendiario, quien se dispone a trabajar en el proyecto m s ambicioso y arriesgado de su vida: la Gran Novela Salte a.
Pero los reclamos de su madre y un descubrimiento fascinante y perturbador se interponen en el camino.
O como Luis Bruno, periodista deportivo con trastornos de conducta, que.
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