Sumar relata una marcha, que parece interminable, eterna, de vendedores ambulantes que avanzan por la ciudad y la Historia hacia «la moneda (con min sculas, jugando con la relaci n entre el centro de poder, el Palacio de La Moneda, y esa «monedita que piden algunas voces).
En esta exigente novela conviven el lenguaje popular y el lenguaje culto: ambas formas confluyen para dar tensi n al texto.
Incluso tensi n pol tica.
Los nombres de algunos de los personajes prin.
Culto | Ambas formas confluyen para dar tensi n al texto |
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