Vincit qui patitur, aqu l que persevera en el sufrimiento, triunfa; J.
Packer describe con esta frase el lema de la vida y ministerio puritano.
Ninguna otra poca en la historia de la Iglesia ha producido pastores y predicadores de la talla de los puritanos, firmes en las Escrituras y ungidos por el Esp ritu Santo.
Su madurez en la predicaci n, piedad y sabidur a en el ministerio pastoral fueron una consecuencia de un intelecto consagrado al estudio de las Escrituras, as como perseverancia.